Desde hace varios años, la ingeniera genética ha
generado plantas con resistencia innata a las plagas y tolerancia a los herbicidas.
Ha permitido, por ejemplo, producir peces de crecimiento rápido y resistentes
al frío y vacunas más baratas y eficaces contra enfermedades del ganado, así como productos que aumentan la
capacidad de los animales para absorber nutrientes; y se ha estudiado su aplicación
en el sector forestal con miras a aumentar características valiosas de árboles
de plantación como el álamo. Cultivos Modificados Genéticamente (CMG) que permitieran reducir los
insecticidas podrían tener efectos positivos desde el punto de vista del
impacto ambiental y de los costos de producción para los consumidores, aunque
no ha habido tiempo suficiente para poder realizar análisis a posteriori.
Reconocer el potencial y las contribuciones, hasta
ahora presuntas, de los Productos Modificados Genéticamente (PMG) a la
producción alimentaria mundial no significa pasar por alto sus posibles riesgos
en lo que respecta a la inocuidad de los alimentos y los peligros imprevisibles
para el medio ambiente, entre los cuales los que se citan con más frecuencia
son la temida transferencia de toxinas o alérgenos y los efectos negativos
involuntarios sobre otras especies.
Tampoco significa quitar importancia a la posibilidad
de que esos productos tengan consecuencias perjudiciales a largo plazo, como por
ejemplo una reducción de la biodiversidad mediante la pérdida de cultivos
tradicionales. Además, los Organismos Modificados Genéticamente (OMG), como
todas las nuevas tecnologías, son instrumentos que pueden utilizarse con fines
buenos o malos, del mismo modo que pueden ser regulados de forma democrática en
beneficio de las personas más necesitadas o manipulados para favorecer a determinados grupos que controlan el poder
político, económico y tecnológico decisivo. En el caso de los OMG, cabe señalar
que los principales beneficiarios hasta la fecha han sido los promotores de la
tecnología del sector privado y los grandes productores agrícolas, que en su mayoría residen en países desarrollados.
Para que los beneficios se compartan más
equitativamente con los países en desarrollo y los agricultores con pocos
recursos, es necesario modificar el sistema actual de derechos de propiedad intelectual
y otros obstáculos a la pronta transferencia de las biotecnologías modernas.
Sobre todo, hace falta dirigir la investigación hacia esos países y
agricultores desfavorecidos y encontrar medios para garantizar que las personas
pobres y expuestas a la inseguridad alimentaria reciban una parte mayor de los
beneficios de la producción.
La creación de OMG plantea actualmente el conjunto tal
vez más amplio y controvertido de cuestiones éticas relativas a la alimentación
y la agricultura.
Te invitamos a que profundices en el tema leyendo este documento, para luego expresar tu opinión en la discusión de este interesante
campo y sus implicaciones para la fruticultura, los alimentos en general
derivados de OGM, el ambiente y la salud humana y animal en el marco de la
asignatura Fruticultura I del Posgrado de Agronomía de LUZ
Fuente: https://docs.google.com/file/d/0B9cxWJEDwrcGRHR1T0VVQzZYRHc/edit